El propósito del libro de Números es hacer el censo de la nueva generación, que había nacido en el desierto. Para que esta nueva generación se alistará para la guerra. De igual forma para colocar la nueva generación de los levitas en el servicio del tabernáculo. Anunciar los estatutos y ordenanzas del servicio del tabernáculo, y ofrendas destinadas a los levitas de esta nueva generación. Los estatutos y ordenanzas que no se habían anunciado hasta ahora. Como la repartición de tierras a los que morían sin hijos. Las ciudades de pastoreo de los levitas. Los lugares de refugios. Los estatutos sobre las enfermedades y pecados que surgieron en el desierto.
Porque la generación que salió de Egipto había muerto en el desierto, y había nacido otra generación, en el desierto estos 40 años. Y no se encontró en el censo a ninguno de los que entraron en el desierto. Y había que sustituir a los oficios del servicio de los levitas en el tabernáculo, por los que habían muerto. Igual los que habían muerto de los guerreros que salían a la guerra, había que sustituirlo con esta nueva generación. Por otra parte, enseñar los estatutos a los a los hijos de Israel que murieron sin hijos, que se habían quedado sin heredad. También enseñar sobre la ley los estatutos, ordenanzas y ofrendas. Por causa de los pecados que surgieron en el desierto y las enfermedades. Como la lepra, delinquir, adulterar y fornicar. De igual manera, sé raparte la tierra conquistada en el desierto a dos tribus y media de los hijos de Israel. También se señalaron tierras, para el pastoreo del ganado de los levitas. Y las ciudades de refugio para que, el que matase sin culpa. Se refugiase del vengador de la sangre.